Antropología

Las grandes preguntas sobre el ser humano me resultan fascinantes. ¿En qué consiste ser persona humana? ¿qué cualidades nos distinguen de otros animales, ahora que está tan de moda resaltar la inteligencia animal como mucho más próxima a la de los seres humanos? ¿Qué es la conciencia, qué es la voluntad?

Me interesa mucho la dualidad -que no dualismo- que plantea la filosofía tradicional entre alma y cuerpo. En el ámbito natural todos los seres vivos tienen cuerpo y alma, esta última en el sentido de «vitalidad» (alma o vida animal, por ejemplo), pero el hombre tiene un alma de otra naturaleza, una con mayores potencias, como emociones más sofisticadas y sobre todo con entendimiento y voluntad. Debe ser la Verdad alcanzada desde el entendimiento la que gobierne nuestra voluntad, y a su vez el alma humana el que gobierne el cuerpo.

En el plano sobrenatural que plantea la religión estaría, ya según una concepción teológica cristiana, también el espíritu. Alma y espíritu suelen utilizarse como sinónimos («alma» se aplica más a seres corporales animados, como el hombre, y espíritu más a seres no corporales, como los ángeles), aunque Santo Tomás matizaba y definía como espíritu aquella parte superior del alma humana que nos diferencia de los demás animales (De Anima, 2, 16).

La conciencia y la moral estarían en este plano espiritual del alma, un plano metafísico, y el espíritu humano estaría llamado en definitiva a gobernar a todo el hombre, su cuerpo y el resto de su alma, idealmente dejándose mover por el buen espíritu, el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios mismo, en lugar de por otros malos espíritus que también existen.